arte de aceptar danio
A partir de imitar metafóricamente el kintsugi, una palabra-idea japonesa que describe una práctica milenaria de reparar cerámicas visibilizando las uniones con oro. Me interesó la palabra daño porque puede leerse como el daño hecho o el daño recibido, y justamente en ese punto podría despertar empatía.
Visibilizar el daño y el intento de reparación es aceptarlo y poner en valor la historia e «imperfección» de aquello que se intenta reparar.
Las flores del mburucuyá (como le llamaba mi abuela en guaraní) o pasionaria fueron escaneadas en 3D y editadas en Blender para luego ser impresas. La planta crece silvestre en el jardín de mi casa de Santa Fe. El trabajo de recortar y deformar las flores para luego ensayar supuestas reparaciones remite a la manipulación que ejercemos sobre lo orgánico. Las «reparaciones» generan otras cosas y aparecen diversas preguntas acerca de las prácticas de nuestra cultura contemporánea hacia lo que denominamos naturaleza.
Documentación de instalación en Fundación Osde (2023) parte de Semiotopias II curaduría J. Agriano.







