arte de aceptar danio

A partir de imitar metafóricamente el kintsugi, una palabra-idea japonesa que describe una práctica milenaria de reparar cerámicas visibilizando las uniones con oro. Me interesó la palabra daño porque puede leerse como el daño hecho o el daño recibido, y justamente en ese punto podría despertar empatía.
Visibilizar el daño y el intento de reparación es aceptarlo y poner en valor la historia e “imperfección” de aquello que se intenta reparar.

Las flores del mburucuyá (como le llamaba mi abuela en guaraní) o pasionaria fueron escaneadas en 3D y editadas en Blender para luego ser impresas. La planta crece silvestre en el jardín de mi casa de Santa Fe. El trabajo de recortar y deformar las flores para luego ensayar supuestas reparaciones remite a la manipulación que ejercemos sobre lo orgánico. Las “reparaciones” generan otras cosas y aparecen diversas preguntas acerca de las prácticas de nuestra cultura contemporánea hacia lo que denominamos naturaleza.

Documentación de instalación en Fundación Osde (2023) parte de Semiotopias II curaduría J. Agriano.

La serie comienza en el 2021 solo digital y en forma de impresión fine art.